“Una mentira repetida adecuadamente mil veces, se convierte en una verdad”. Así reza una de las frases célebres de Paul Joseph Goebbels, político alemán que fue ministro de propaganda de la Alemania nacionalsocialista.
¿Es cierto? ¿Se puede repetir una mentira y terminará siendo verdad? Este genio de la propaganda, afirmó que sí, rotundamente. Entonces, ¿Se puede deducir que mentir es algo natural en nosotros y que hemos evolucionado acompañados de las mentiras?
¿Por qué el ser humano miente?
Primero es importante distinguir entre una mentira y una equivocación. El término mentira proviene del latín y significa falta a la verdad con intención de engañar.
Lo que distingue la mentira del error es la falta de intención en la acción. Solo es posible hablar de mentira cuando existe la falta de veracidad con intención, de lo contrario, se trata de un error, una equivocación, o una mala comunicación (Estrada, 2004).
Mentir es un acto intencional. La verdad se oculta por uno o varios motivos, que dentro del contexto de las relaciones sociales entre humanos, persigue algún objetivo ventajoso. Entonces, podemos afirmar que se miente para alcanzar un propósito en las relaciones humanas interpersonales.
Mentir se convierte en un acto social, asociado al desarrollo psicológico de los seres humanos y que se da como un comportamiento lingüístico. Por lo tanto, mentir es una conducta que se aprende. No es el resultado de algo innato, y es característica exclusivamente del ser humano.
Diferencia entre mentiras y camuflaje
Aquí es importante hacer un diferencia entre la mentira deliberada propia de los comportamientos sociales entre humanos, y los camuflajes, tácticas y engaños que se observan en el comportamiento de los organismos artrópodos y vertebrados.
Al respecto Ribes, Rangel y López (2008) mencionan que el contacto ecológico se vincula con la pertinencia de las propiedades del ambiente específico y del comportamiento de otros organismos para la supervivencia. Los factores que componen el contacto ecológico tienen que ver con las propias relaciones entre conspecíficos y la posibilitación de la supervivencia.
Los camuflajes son el resultado de un comportamiento ecológico que ayuda a garantizar la supervivencia. Mientras que las mentiras son actos intencionales que se desarrollan a través del lenguaje, fruto del desarrollo psicológico del ser humano, y siempre ocurren como el resultado de la interacción entre individuos (socialización).
Objetivo de las mentiras
Normalmente la mentira se usa para alcanzar alguno de estos dos objetivos:
- Adoptar una solución conveniente para una de las partes dentro de una interacción.
- Dar estabilidad a las relaciones interpersonales.
La conducta mentirosa forma parte del desarrollo ontogénico de los seres humanos y se asocia con otro tipo de comportamientos, como el comportamiento inteligente y creativo.
¿Qué lleva a una persona a mentir?
Existe la creencia generalizada de que aproximadamente la mayoría de la población miente dos veces al día. Además, existe una diferencia entre las motivaciones que llevan a mentir a un sexo y las motivaciones por las que miente el otro.
Según la profesora Bella DePaulo, aunque la frecuencia de mentiras entre géneros no varía, si lo hacen los motivos. Los hombres, en este caso, mentirían para deshacerse de problemas y sacar ventaja frente a los demás. En el caso de las mujeres, suelen mentir para evitar un posible sufrimiento, ya sea a ellas mismas o a terceros.
Aunque en los estudios realizados por el director de contenido clínico del Get Mental Help en Estados Unidos, Derek Wood, se propone que los seres humanos principalmente mentimos por miedo. Miedo a una consecuencia, a un castigo, e incluso miedo a juicios y valoraciones negativas por parte de otros.Por supuesto, también existen los comportamientos patológicos asociados a las mentiras. Según este estudio, en esos casos la causa de la mentira es conseguir aquello que se desea, ya sea sexo, poder o dinero.
¿Cómo detectar mentiras?
Aprender a detectar mentiras puede ser una herramienta muy útil, sobre todo en contextos judiciales y otros menos formales como el trabajo, la política, la familia y las relaciones de pareja.
Son situaciones donde esperamos tener relaciones honestas y transparentes. Puede ser conveniente aprender a detectar cuando nos están mintiendo, para evitar que nos engañen y tener ideas más claras sobre en quién podemos depositar nuestra confianza.
No existe una señal universal de mentir que delate instantáneamente a un mentiroso (Masip y Herrero, 2015a). Sin embargo, a través del estudio de gestos y expresiones faciales, sí se puede llegar a ciertas hipótesis sobre la credibilidad de una persona.
Como asegura Paul Ekman, un psicólogo experto en el estudio de las expresiones faciales , ni los mentirosos más expertos pueden tener control sobre ciertos tipos de gestos como deslices emblemáticos y las micro expresiones faciales, ya que son extremadamente difíciles de controlar conscientemente.
Comprimir los labios, taparse la boca, o tocarse el cuello son solo algunos de ellos. Este tipo de herramientas son valiosas para evaluar la credibilidad de un testimonio y por supuesto, también puedes aprender a detectar mentiras, para que puedas descubrir si alguien de tu entorno te miente.